Perspectiva biológica de las bacterias y los virus
No fue realmente necesario que un profesor me indicara que las bacterias, hongos y virus son seres indispensables para la vida. Gracias a la ingeniería genética ahora disfrutan de un enorme potencial para muchísimas aplicaciones. Aún así siempre pensamos en ellas como las que nos enferman y matan. El uso indiscriminado de bacteriostáticos, bactericidas y antibióticos tiene unas consecuencias que debemos conocer y analizar. Ahora mismo su casa puede ser más estéril que un quirófano y su vientre como un desierto desolado.
¿Cómo llevar la contraria en este tema?
Han sido muchos años de moldeamiento mental, la idea de lucha o muere y de que todos ellos son patógenos está impresa en nosotros. Cualquier crítica a un modo de pensar sobrepasa el límite científico. Entonces se convierte en un ataque a la estructura intelectual sobre el nos hemos construido la vida. Me gustaría destacar aquí a L. Margulis, una mujer científica que lucho hasta el final por desbancar el "establishment" científico. Lynn Margulis es conocida por la Teoría de la Simbiogénesis, aceptada pero no incorporada en las teorías evolutivas. Ella apoyaba también la Hipótesis Gaia de J. Lovelock, al que tildaron de loco sus otros compañeros científicos neo darwinistas. ¿Quién esta detrás de todo esto? Como siempre hay muchos motivos económicos.
Evolución, uso y aplicaciones de bacterias y virus
Hablando de nutrición, parece que no podemos eliminar la imagen de la pirámide. La cadena alimenticia se resume en esa visión cuando realmente es mucho más complejo. Se establecen relaciones en forma de redes, como las neuronas en nuestro cerebro. Restamos importancia a las otras especies y negamos con ello hechos como que las bacterias limpian muchos de nuestros estropicios. Además fijan el nitrógeno atmosférico que las demás especies incorporamos mediante la dieta. Pueden provocar cambios en la atmósfera, por ellas estamos respirando este aire, incluso contribuyen a la formación de nubes.
Los virus
De ellos sabemos que participan del control poblacional bacteriano a nivel global. Que fueron indispensables para la formación de la célula eucariota, nuestras células. Gracias a los virus hemos desarrollado desde la telomerasa hasta la placenta. Cuando una madre inmuniza a su lactante, lo que pasa a su bebé a través de la leche son microARNs de origen viral. La integración de virus en nuestro ADN ha sido esencial para la evolución. Tanto es así que en centenares de investigaciones se han encontrado virus endógenos con actividad propia, sobretodo en el periodo embrionario. Este hecho también explica la creación de virus híbridos patógenos producidas en la elaboración de vacunas por nuestras células en cultivo. Es decir, nuestros órganos y tejidos pueden producir virus híbridos en determinadas situaciones en las que se activan regiones de nuestro ADN. ¡Es una locura aceptar esto sin entenderlo! A pesar de todo lo que nos han dado, los virus son todos malos por definición.
Las bacterias
Los avances han dado la posibilidad de que las usemos indiscriminadamente; cerveza, vino, pan, yogures, quesos, enzimas, aditivos alimentarios, azúcar y jarabes, carnes procesadas, pigmentos, insulina, hormona del crecimiento, vitaminas, hemoglobina, factores de coagulación, interferones... La importancia económica de la Biotecnología en Alimentación y para las farmacéuticas es enorme. De todas ellas destaca la producción de antibióticos. A pesar de esto las bacterias hacen cosas tan maravillosas como pasar material genético de las algas a la flora intestinal de los japoneses mejorando el desarrollo cerebral y de comportamiento. Según estos avances, la Microbiótica se puede definir como el estudio las comunidades de microorganismos residentes en un ecosistema determinado para promover la salud y el equilibrio en dicho ecosistema. Según la microbiótica puede combatirse una población bacteriana que produce una enfermedad con otra que la controle y dejarnos de tanto ambiente estéril y antibióticos.


Cuando se usan antibióticos...
Destruimos también nuestra flora intestinal. Al eliminarlo por la orina, destruimos las bacterias propias de los ecosistemas que nos rodean. Esta destrucción lleva además a la proliferación de formas resistentes a los antibióticos. Un ejemplo práctico son los hospitales y su asepsia. Con el paso del tiempo los hospitales han generado las cepas bacterianas más resistentes y virulentas. El uso de antibióticos está relacionado con cambios drásticos en la composición de las heces, variando el factor entre el doble y 10.000 veces. Afectando a la concentración de hormonas, azúcares, ácidos grasos y ácidos biliares. Estas hormonas tienen funciones muy importantes para la salud. Ellas modulan nuestro sistema inmunológico, las funciones reproductivas, el equilibrio mineral, el metabolismo del azúcar, y muchos otros aspectos importantes del metabolismo humano.
Fomentamos la mentira
La concepción de los microorganismos como temibles enemigos externos ha sido el triste legado del fraude de Pasteur. La deformidad del concepto se une al fraude del darwinismo. Esta corriente científica ignoró y oculto las ideas acertadas de otros evolucionistas. Desde su origen en el darwinismo han estado implicados intereses económicos, ideológicos y de poder. La cultura esta en manos del poder económico que controla la investigación, la industria farmacéutica, la formación de expertos, etc. No podemos esperar que la realidad se imponga a la mentira.
La concepción de la vida como lucha permanente necesita de enemigos, y cuando no los tiene, los crea. Son muchas las trabas que ponen y son los ciudadanos los que tienen que comenzar a relacionarse con las otras especies respetando el equilibrio entre todos los componentes de la vida.
Sin pánico ni escepticismo
Los antibióticos no son malos, con este post no quiero decir eso. Evidentemente, gracias a ellos se han salvado grandes obstáculos en la medicina y la vida de muchas personas. Pero no son la panacea que arregla todo. Hemos de aprender todas las posibilidades de curación a través del mantenimiento de nuestro equilibrio, normalmente destruido al usar los antibióticos. Con sólo promover que nuestra flora bacteriana este sana podemos evitar enfermedades sin acudir a las farmacéuticas. ¿Quiere conocer cómo? Realice un comentario, escríbame un correo. Siempre es bueno mantener viva la curiosidad.