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La propuesta publicada en La Sexta

Hace dos días salió una noticia. La Sociedad Española de Obesidad pide una Ley que permita a los trabajadores realizar ejercicio en el centro de trabajo y en horario laboral. Al más puro estilo USA. Dejo el enlace aquí para que os situéis mejor. La verdad es que la propuesta de Ley me hizo pensar mucho y generó un debate interno. Además tengo experiencia en este tema, una vez tuve un gimnasio en mi antiguo centro de trabajo. La experiencia en Estados Unidos muestra una serie de inconvenientes. Al mobbing laboral se le suma el mobbing por motivos de salud. Además se establecería un sistema biomédico que busca la enfermedad en el individuo y no en su entorno. ¿Me ayuda a analizarlo mejor?

Ley que regule el horario laboral

Lo realmente importante es que se regulen los horarios laborales. Qué den lugar a que los empleados y empleadas puedan disfrutar de sus hijos, de realizar ejercicio, de poder hacer de comer... De tener, en definitiva, vida personal, social y familiar. Las propuestas son buenas pero no sólo es la práctica deportiva lo importante para luchar contra la obesidad. Hay muchos aspectos de la vida de un trabajador o trabajadora que favorecen esta lucha y su bienestar dentro de la empresa. Está muy bien que una empresa tenga a disposición material deportivo para los empleados, ¿pero quién los guía en esos momentos? ¿La empresa va a pagar a un profesional para estar allí y atenderles en los momentos en que se pueda parar de trabajar para realizar ejercicio? ¿Cuántas empresas pueden permitirse algo así? Al final el peso recae sobre los propios empleados y empleadas.

Por Ley también...

¿Debería premiar la empresa a los más saludables y sostenibles? La concienciación de un empleado o una empleada debe nacer de su educación y su cultura. De personas que, en general, dispogan de tiempo para realizarse en su vida. Si no, deberíamos volver a que nos paguen por reciclar y otros incentivos que se perdieron en el camino... Ya en broma, me imaginaba un inodoro con pedales y una dinamo para estar en tu puesto. Trabajas, haces ejercicio, no necesitas ir al baño y estas produciendo electricidad limpia gratuita. ¡Todo en uno!

Gracias a Ángela Solano Caballero por su colaboración.

Fosfatos. Colaboración con El Pais.

Hace un par de días me sorprendieron: me llamaron de El País para realizar una entrevista. El tema eran los fosfatos, un nuevo estudio que ha relacionado el exceso de fosfatos con el sedentarismo. Un curioso artículo científico que se suma a los que ya se han desarrollado y que algunos hemos visto en mi web.

Alteraciones del fosfato sobre la microbiota.

El exceso de fosfatos en la dieta ha de pasar la barrera intestinal formada por nuestra microbiota intestinal. Primero comen nuestras bacterias, luego nosotros. El desequilibrio de sales en el intestino promueve una disbiosis. Crecen las especies que promueven la producción de ROS (especies reactivas de oxígeno) y urotoxinas (indoxil fosfato y p-cresil sulfato).

Otro factor que puede alterar nuestra microbiota es el equilibrio entre los iones calcio y fósforo, relación que debe ser 1 a 1. El exceso de fosfato respecto al calcio provoca la reducción de las poblaciones de especies de Clostridium. Esta especie esta implicada en la producción de ácidos grasos de cadena corta. Los cuales se relacionan con un aumento del consumo de oxígeno durante la práctica deportiva.

Además el fosfato...

Pasada la barrera microbiana, una vez que está el exceso de fosfato en nuestro organismo puede actuar de diversas formas. El fósforo tiene muchas funciones en el metabolismo. Muchas de las enzimas de nuestras propias rutas metabólicas están controladas por la concentración de fosfato inorgánico. En especial las enzimas implicadas en el metabolismo energético (grasas y azúcares).

Al igual que el fosfato controla la acción enzimática también controla la expresión de ciertos genes. En el caso del artículo sobre genes relacionados con la síntesis de ácidos grasos en el músculo esquelético. Y usarlo como combustible mientras se realiza ejercicio físico. La baja expresión de los genes hace que se consuma menos cantidad de oxígeno por parte del músculo, el cual no puede oxidar las grasas para obtener energía.

Enlace al artículo de Buenavida de El País

El frito variado

Toca hacer una evaluación del año y por eso el título de frito variado. Frito debido a la sensación propia. Variado respecto a la diversidad de los acontecimientos de este año. No quiero extenderme mucho, así que seré escueto.

Los fritos no nutritivos

Sólo plantearme el ser autónomo me causa una gran decepción, es imposible en España. Cada día voy mejorando en muchos aspectos. Económicamente no lo suficiente, no puedo plantearme pagar tanto. Si las personas y empresas no tienen dinero, ¿cómo van a invertir en mejorar su calidad de vida o en la calidad de sus productos?

Una señal de esas mejoras es que han contactado conmigo para poner anuncios en mi web. He tenido que decir que no, pues no quiero promocionar casas de apuestas. Trabajo eliminando malos hábitos: ¿cómo pueden pensar en que yo promocione el juego? Otros excesivamente insistentes al respecto son los productos financieros, empeñados en que compremos su humo sin garantías de reposición ni éxito.

Los no tan fritos

Los pequeños trabajos realizados en empresas me dejan un buen sabor de boca. El diseño de platos elaborados para deportistas conservados con métodos naturales ha sido un éxito. Espero pronto poder compartir con vosotros el resultado.

El máster que he hecho este año también ha sido una experiencia muy positiva. Mi trabajo fin de máster sobre cómo afectan los aditivos alimentarios a la microbiota intestinal ha supuesto dos importantes detalles que me enorgullecen. Primero, he sido invitado por CODINAN para hacer la ponencia en su congreso anual de 2019. Segundo, el departamento de Microbiología de la Universidad de Sevilla ha realizado un vídeo en relación a la curiosidad despertada por mi trabajo. Desde aquí muchas gracias a mi tutor José María. Aquí tenéis el vídeo.

Un gran abrazo y feliz año 2019

Como en la vida de casi todas las personas, hay fritos buenos y no tan buenos en este año que pasa. Espero que este año podamos dedicar más tiempo a guisar acontecimientos nutritivos. Y dejarnos de ingerir tanta grasa (necesaria) para poder tragar los acontecimientos negativos.

Una revisión examina el rol de los metales de transición dietéticos en la microbiota.

Una de las estrategias usadas por los vertebrados para defenderse de los patógenos es secuestrar los metales de transición. Éstos son Manganeso, Hierro, Cobalto, Níquel, Cobre y Zinc. Los metales de transición son requeridos para  la supervivencia de los patógenos intracelulares y extracelulares. Este proceso de inmunidad nutricional conlleva a una respuesta evolutiva por parte de las bacterias en respuesta al mecanismo de defensa.

Para los mamíferos y la microbiota, los metales de transición son necesarios como cofactores de enzimas o como parte de estructuras. Además en grandes cantidades pueden ser tóxicos, de manera que es vital mantener la homeostasis de estos metales. Más allá del Zinc y el Hierro, el resto de estos metales de transición participa de una manera u otra en la homeostasis intracelular y extracelular de nuestras bacterias.

La revisión muestra las relaciones entre deficiencia y excesos de los metales y su relación con las enfermedades.

La deficiencia de Zinc conduce a un desequilibrio de la microbiota intestinal alejándola del perfil sano. Akkermansia muciniphila crea un ambiente pro inflamatorio que favorece las infecciones por especies de Enterobacterias asociadas a la disbiosis intestinal. El correcto aporte de Zinc inhibe directamente la virulencia de los potencialmente patógenos Enteroccocus. Además promueve el crecimiento de especies específicas que compiten con éstos. En cambio, el exceso de Zinc altera la microbiota reduciendo la resistencia a la infección por Clostridium difficile.

De forma paralela, la deficiencia de Zinc más el exceso de Hierro reduce la diversidad bacteriana en el intestino del hospedador. Se produce un incremento de Enterobacterias, muchas de ellas potencialmente patógenas. Precisamente son las Enterobacterias las que más tipos de sideróforos codifican en su genoma. Por ahora los datos de los cambios en la microbiota para el exceso o defecto de manganeso permanecen sin explorar.

La revisión estudia también cómo los cambios dietéticos de los metales afectan al sistema inmune.

Como he mencionado, la deficiencia de Zinc produce una mayor susceptibilidad a la infección. Ésto se debe a la depresión de la respuesta adaptativa inmunológica. La deficiencia de Zinc hace que las bacterias se repliquen lentamente. Algunos patógenos presentan ventajas evolutivas para adquirir el poco Zinc que haya en el intestino. La suplementación de este mineral debe ser tratada con mucha cautela ya que puede promover el sobre crecimiento de estos patógenos.

El exceso o defecto de Hierro  también tiene un gran impacto en el crecimiento bacteriano. El exceso incrementa el riesgo de muerte por Mycobacterium tuberculosis. El ambiente alveolar normoférrico es nuestra primera defensa innata. Unos alveolos llenos de hierro aumenta el riesgo de entrada de tuberculosis. Por otro lado, nos situamos en la deficiencia de Hierro con tratamiento de suplementación. Ésta se relaciona con Plasmodium, el parásito de la malaria, y con el riesgo de comorbilidad de la bacteriemia. Se produce un aumento de las especies Gram positivas y negativas con preferencia por el hierro hemo (el hierro sanguíneo). Así pues debe tenerse en cuenta en la suplementación de Hierro que puede aumentar el riesgo de infección por estos patógenos.

Una dieta variada asegura todos los metales de transición.

Para terminar quiero comentaros que una dieta variada es suficiente para asegurar todas las vitaminas y minerales necesarios. Una dieta variada es rica en frutas y verduras y con las cantidades adecuadas de alimentos ricos en hidratos de carbono y proteína. El truco de este equilibrio son los hábitos. La suplementación implica unos riesgos. Los sumplementos deben tomarse en caso de necesidad absoluta. Si tiene necesidades nutricionales no dude en contactar conmigo.

Fuentes:

Lopez CA, Skaar EP. The impact of dietary transition metal son host-bacterial interactions. Cell Host Microbe. 2018. 23(6):737-48. DOI: 10.1016/j.chom.2018.05.008

www.gutmicrobiotaforhealth.com

Un taller. Una buena forma de colaborar.

Nutrición sostenible e inteligente.

Hace unos días colaboré con la ONG @DECCO Internacional para realizar un taller de nutrición inteligente y sostenible. Esta formación está diseñada para formar a inmigrantes como cuidadores a domicilio y favorecer su inserción. En ella además de darle un enfoque sobre el cuidado de personas mayores insisto en la necesidad de la actuación individual para la sostenibilidad del planeta. Parece que no podemos hacer nada al respecto pero ¡no es cierto!

En ella vimos los consejos para hacer la compra de manera sostenible. Recomendaciones válidas tanto para las personas mayores como para los alumnos y las alumnas. Incluí los últimos avances en nutrición, nuestra genética y nuestra flora bacteriana o microbiota, para comer con cabeza. Os voy a comentar algunos de ellos.

Al final, animé a todos y todas a llevar una relación sana con las personas que van a cuidar. Debemos fomentar la comunicación y compartir experiencias y que mejor forma de hacerlo que con la comida y con respeto. Cada alumno o alumna venía de alguna parte del planeta, con mucho que decir y aportar. La última parte del taller la realizaron ellos y ellas, aportando las dietas de sus países de origen.

Taller nutrición inteligente y sostenible

¿Sostenible? No es coincidencia

La dieta mediterránea es sostenible.

Parece que hemos olvidado que la dieta mediterránea es a base de frutas, verduras y legumbres. Si que hay huevos, pescados, quesos y yogures y carnes, pero no dominan la dieta como es lo habitual ahora. En el taller puse ejemplos comparativos sobre el impacto de las personas veganas, vegetarianas, omnívoras y carnívoras. ¡No por ello los quería convertir al veganismo! Si predominaran las verduras, las frutas y las legumbres en nuestra alimentación no solo sería bueno para nuestra salud sino también para la salud del planeta. Se gastan muchos recursos en producir carnes y se arrasa con los océanos para obtener pescado. Tenemos que cuidar el agua y el terreno, son recursos limitados devorados por la demanda de productos de origen animal. Debemos sumar el uso de terreno para cultivar palma, por ejemplo, y no solo con fines alimentarios, sino como fuente de biocombustibles.

Un taller contra los plásticos.

Podemos procurar usar bolsas reutilizables y olvidarnos de las de plástico. Podemos punir a las empresas que envuelven una y otra vez sus productos en varios plásticos no comprando sus productos. Podemos comprar a granel con envases que tengamos en casa, siempre que sean de uso alimentario y con el mismo fin. No podemos usar un envase de detergente para comprar legumbres. Lo que no podemos permitir es que sucedan hechos como la muerte de la ballena rellena de plástico o las aves dando de comer plástico a sus crías. Imágenes que se me han quedado grabadas en la mente y que espero que ayuden a concienciar a toda persona que las vea. Son pequeños hábitos que hacen, grano a grano una montaña.

Sostenible e inteligente.

Vimos como esos plásticos pueden dejar residuos que actúan como hormonas en nuestro organismo, como el caso del Bisfenol-A. Con este ejemplo, introduje la epigenética o como el ambiente afecta a nuestros genes. ¿Cómo podemos cuidarnos al respecto? Adquiriendo el hábito de comer más frutas y verduras. Teniendo disponibles en nuestro organismo más vitaminas y minerales.

Además, con la fibra de las frutas, las verduras y las legumbres le damos de comer a la microbiota intestinal. Nos olvidamos que somos un 90 % de microorganismos y sólo un 10 % de células eucariotas humanas. Muchas enfermedades como las alergias, las intolerancias, la obesidad o la diabetes son controladas por una microbiota sana, sin necesidad de tomar tanto medicamento ni antibiótico. Tenemos una absurda guerra contra las bacterias. Tenemos que modificar nuestros hábitos para hacerlos saludables y con ello alcanzar un estado óptimo de salud.

¿Qué ocurre cuando los edulcorantes son azúcares?

¿Qué se dice en el mundo sobre el "azúcar añadido"?

En el plano legislativo, en Estados Unidos: "Un alimento sin azúcares añadidos significa un alimento sin cualquier monosacárido o disacárido añadido o cualquier alimento añadido que contenga monosacáridos o disacáridos que se utilice por sus propiedades edulcorantes " En Dinamarca se agrega que se debe tener precaución si los fabricantes usan alcoholes de azúcar (polioles) ya que estos pueden proporcionar algo de energía. 

La realidad que subyace a este dilema es que hay azúcares que nosotros absorbemos, ya que tenemos el metabolismo preparado para absorber, romper y usar esos determinados azúcares. Nuestro genoma contiene los genes que codifican los transportadores y enzimas necesarios para asimilarlos. Los que no tenemos capacidad de absorber y metabolizar se dicen que son edulcorantes.

¿Alguien en nuestro cuerpo es capaz de metabolizarlos por nosotros?

La respuesta es sí. Nuestro microbioma o la anteriormente llamada "flora intestinal" es capaz de metabolizar los edulcorantes que creemos no absorber y transformarlos en productos asimilables, bien para otros miembros del microbioma bien para nosotros mismos/as.

 

Azúcar
Azúcar

Azúcares especiales.

El aspartamo y otros edulcorantes.

Para entenderlo mejor vamos a ver la naturaleza de los edulcorantes. Como he dicho antes muchos edulcorantes son azúcares que no podemos absorber por nosotros mismos. Pero hay edulcorantes cuya naturaleza es proteica, mejor dicho aminoacídica. El aspartamo es un ejemplo de ello. Este edulcorante resulta de la combinación de dos de ellos, del ácido aspártico con la fenilalanina. Otra naturaleza son los anillos de azúcar hechos sales, con azufre por ejemplo, como el ciclamato monosódico. La mayoría de ellos generan problemas cuando son modificados por la flora intestinal; claro está, todo tiene su dosis y su especie. Normalmente se ensaya en ratas de laboratorio y no podemos comparar de manera 100 % fiable que si en ellos causa cáncer en nosotros vaya a pasar lo mismo.

Los estudios que realizan sobre los edulcorantes consisten en detectar su presencia en las heces cuando es consumido y eso muy raro que suceda. Pocos son los sustratos alimenticios que no son modificados por las bacterias intestinales de cualquier especie animal y salen sin modificar en las heces. Los edulcorantes no se encuentran entre ellos.

¿Azúcar o edulcorante?

La difícil decisión. 

En principio, si no abusamos de dulces ni productos altamente procesados, no deberíamos preocuparnos mucho por usar algo de azúcar para endulzar el café. Si abusamos de estos productos,por el motivo que sea, mejor ¡no endulces nada! La recomendación debe ser la que las autoridades permitan dentro de la legalidad y son los consumidores los que deben hacer un consumo responsable. A los profesionales les corresponde tener en constante debate estos asuntos y poder mejorar siempre que se pueda la legislación. Además de informar a los consumidores de los avances, de los estudios realizados y las recomendaciones que vayan surgiendo o modificándose.

Mi opinión personal: dedique algo de tiempo a cocinar. Evitará muchos edulcorantes de productos elaborados y controlará lo que come, pues lo prepara usted mismo/a. Otro: no tome muchos refrescos y huya de lo light o lo zero. Así, cuando tenga un evento o día complicado puede permitirse sin que resulte insano tomar algo precocinado o algún refresco. Debemos controlar nuestros hábitos.

Espero que se genere el debate suficiente como para mejorar la legislación vigente. Sirva para acordar un término claro para el azúcar. Sirva para recordar que el microbioma es un órgano más de los seres vivos. Sirva para que podamos entre todos corlar la legislación y que lleguen lo más seguros posible los productos a los consumidores.

 

La fuente de este debate en inglés.

 

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Los fosfatos.

Los fosfatos están naturalmente en nuestro organismo. Forman parte de nuestros huesos y dientes, estabilizan  el ADN, están en los lípidos de nuestras membranas y forma la moneda energética de todos los seres vivos, el ATP. Su comportamiento cuando lo ingerimos está asociado a la sal que forma con otro elemento. Normalmente, éstos elementos suelen ser sodio, calcio, potasio, magnesio y amonio. Por lo que su uso lleva una carga proporcional de éstos, aumentando la competencia y las interacciones entre estas mismas formas minerales. Pasa por modificar la ecología microbiana del intestino y surgir nuevas modificaciones a través del metabolismo del microbioma. Termina con una modificación de las condiciones para nuestros canales y transportadores para la absorción de estos elementos.

Los fosfatos engloban a un grupo de aditivos alimentarios que van desde las series formadas por E-338 a E-343 hasta la serie de E-450 a E-452 todos ellos con muchos (i) y el 542 proveniente de huesos. Corresponde al uso del ácido fosfórico y sus sales y no deberían presentar un riesgo. Están catalogados como posiblemente seguros, pero eso sólo le sirve al fabricante de productos elaborados como alimentos, bebidas y medicamentos.  Pero... ¿Quién guía a los consumidores? ¿Podemos consumirlo sin un autocontrol? Sin querer demonizar a los fosfatos, una sustancia que puede ser usada como medicamento debería tener una revisión mucho más exhaustiva por parte de las autoridades.  Tienen que ser realistas en que la mayoría tendemos a buscar lo fácil a la hora de comer, normalmente por falta de tiempo.

ATP fosfatos
fosfatos
fosfato de hierro

Los fosfatos. ¿Nutriente o Aditivo?

Después de todo el revuelo provocado por el "fake-new" sobre el fosfato y la carne de kebab, podemos observar el posicionamiento sobre el uso de este tipo de sales para la conservación no sólo de productos proteicos de origen animal (carnes, pescados, moluscos y crustáceos y leche y derivados). También se usan sales de fosfato para la conservación de bebidas de té, café, cereales o zumos de frutas, de salsas, de grasas untables, conservas de frutas y hortalizas, licores destilados de graduación mayor de 15, sidra, panes y pastas, productos elaborados con huevo, con leche o con fruta, productos con cacao o chocolate, purés y galletitas saladas.

¡El fosfato está en muchos alimentos!

Los fosfatos están en muchos productos que en principio no deberían estar, aunque alguno de ellos si que lo tiene como nutriente como cereales, frutos secos, leche y derivados y algunas carnes. Cómo se puede observar el problema es que está muy presente en alimentos que comemos habitualmente debido a nuestra falta de tiempo para elaborarnos nuestros alimentos. También depende pues de nuestra intención ya que comer frutas u hortalizas frescas o hacerse un té o un café no supone un sobre esfuerzo. Se puede ampliar a hacer tus propios postres y panes, tus salsas y purés de frutas o de verduras libres de fosfatos como aditivo.

 

¡Atención a los agravantes del fosfato!

Hay dos puntos sobre el fosfato que hay que comentar y provocar el debate para que las personas sepan qué y cómo comen:

La reducción de sal sódica. Las autoridades sanitarias quieren reducir el sodio de nuestras dietas mediante leyes. El fabricante o intermediario al que le limitan el uso de sal común, está usando otro tipo de sales, entre ellas las de fosfato. Evidentemente los que usan las sales como conservantes buscan algo sencillo y económico, no hacen las modificaciones necesarias para que sea saludable o inocuo. Se basan en las normas y son las leyes las que les permiten usar otras sales que no sean ricas en sodio.

En los estudios siempre se obvia los efectos en el microbioma del intestino y los efectos modificadores que ellos provocan en los compuestos que después absorbemos. En otros que ya se conocen, no sólo un exceso de fosfatos en nuestro organismo supone un riesgo cardiovascular sino que también está relacionado con otras enfermedades renales.  Por ejemplo, con la colitis y la enfermedad inflamatoria intestinal. El aumento de moléculas de inflamación y especies reactivas del oxígeno (ROS) están relacionadas con la interacción alimento-microoganismo-mamífero. Este aumento de ROS podría relacionarse con el aumento de riesgo de cáncer de colon.

¿Qué hacemos?

Más vale prevenir. Evitar alimentos procesados, con fosfatos que ya tenemos con los que los contienen de forma natural. Buscar nuestro horario para cocinar a nuestro gusto platos, panes o bebidas a base de alimentos crudos y/o sin aditivos. Es sencillo si lo hacemos un hábito. Lo ideal es usar las sales de fosfato como suplemento en ciertos casos como estreñimiento, indigestión o modificar el calcio o el fosfato de nuestra sangre. Lo que no es ideal es que estemos atiborrados de fosfatos por ponernos las cosas difíciles para no comprar alimentos ultraprocesados.

Importante pero sin relación con los fosfatos.

He recibido correos electrónicos y llamadas para establecer colaboraciones conmigo. Os agradezco mucho vuestra intención, sería un placer poder trabajar con alumnos de España y alumnos extranjeros que vienen a España. Por el momento estoy realizando un máster y emprendiendo unos cambios que no se con precisión dónde me llevarán. Mantendré las publicaciones, pero los servicios los limitaré a casos muy concretos. Seguiré atendiendo a toda persona que me escriba.

Muchas gracias.

La dieta del chocolate negro

Para ponerles en contexto, este post viene de las lecciones que recibo en el Máster de Biología Industrial y Aplicada. En la asignatura que hablamos de comunicación y ética, hemos visto el documental de la dieta del chocolate negro. Es del 2016 y lo han repuesto este año hace unos pocos meses. El grupo que lo ha realizado: ha realizado una investigación sobre el chocolate negro en la dieta, ha manipulado los resultados para que queden coherentes, lo han publicado en una revista científica, han enviado una nota de prensa y se hizo viral. El fundamento del documental es que la dieta del chocolate es una farsa bien vendida, como tantas y tantas dietas milagro.

Merece mucho la pena verlo.

Dieta milagro

Cuestiona la dieta!

Desmigajar la dieta, ¡ardua tarea!

Primero es conveniente analizarla a fondo y si no nos proporciona muchos alimentos variados, descártela. Normalmente al realzar las virtudes de algún alimento en particular se descuidan o desequilibran otros. Si le ofrecen sustituir alimentos por sobres o algo que se compre, es absolutamente innecesario y sabrá que lo que le intentan es vender, no que adelgace. 

Segundo, quién ha difundido la dieta en cuestión. Las revistas de divulgación general hacen eco de artículos de dudosa calidad y se basan en ellos para vender una dieta sin molestarse en verificarlas. Una vez detectes una revista que haga eso, desconfíe para siempre de esa revista.

Tercero, quién ha realizado el artículo científico en el que se basa la dieta y quién o qué revista científica lo verifica. Se sabe ya de muchos fraudes en la publicación de artículos. En la elaboración de la estadística, en la corrección o el coste de publicación. La necesidad y competitividad entre Universidades y entre Revistas incentivada por el modelo empresarial, crea un campo de cultivo donde anidan corruptelas varias y personas poco honestas con lo que debería ser el desarrollo de la ciencia.

Por último, quién lo patrocina. Si lo ha realizado o patrocinado alguna de las grandes multinacionales y otras grandes empresas, sospeche muchísimo. Aunque la financiación o la realización de programas o guías para los consumidores es un valor de marketing  en alza, nunca se va a realizar sin que hayan beneficios económicos. Otra consecuencia del modelo empresarial en la Universidad. Sólo se puede hacer lo que genera dinero, algún fondo institucional puede caer. De todas formas, es la institución la que elije el objeto de estudio.

Cambie sus hábitos.

La modificación de nuestros hábitos es la mejor dieta.

Hace poco tuve el placer de trabajar con @crossfitriolivre, hace tiempo que no los veo ya que mi vida ha dado un pequeño giro para estudiar. Gracias al documental he recordado la ferviente devoción que tienen los crossfiteros/as por la dieta paleolítica. La paleo no es una mala dieta, promueve un consumo variado de frutas, verduras y frutos secos que provocan cambios favorables en el organismo, mejor salud cardiovascular y del metabolismo de las grasas y de vitaminas y minerales. Elimina los productos elaborados que también mejora la salud. Pero demoniza sin razón a las legumbres y no hace falta comprarse los muffins, pasteles de carne, barritas o galletas paleo. Además si todos tomamos proteínas animales el medio ambiente se va a pique, las legumbres amortiguan la necesidad proteica humana a nivel global. Y no todas las personas reaccionan igual ante esta dieta.

Las personas que saben equilibrar su vida a través de los hábitos son las que más fácil tienen para acomodar su alimentación y el ritmo de vida juega un papel crucial. Tenemos que tener tiempo no sólo para hacer ejercicio sino también para hacernos nuestra propia comida. Nadie mejor que uno/a para preparar algo que nos guste, que nos siente bien y sabiendo que materias primas estamos usando. Mal vamos con cualquier dieta que lleva productos asociados.

dieta milagro

Feliz dieta de Navidad 🙂

El tiempo pasa muy rápido. Ya hace dos años que escribo y atiendo a personas. A todos y todas que habéis confiado en mí, a mi familia, a las personas que me han apoyado, a las que han compartido, a las que he conocido... ¡gracias! 

Espero poder seguir haciéndolo junto a vosotros y vosotras.

Fraude alimentario ¿cómo evitarlo?

Fraude de carne en Brasil y Tremer.

Desde este pasado viernes se habla mucho de éste caso. Brasil es el mayor exportador de carne de bovino y pollo y tercero de carne de cerdo. Por este fraude están investigando a muchas personas, tanto empresarios como a funcionarios y políticos. El partido en el gobierno, PMDB, al que representa Tremer, no sólo piden tranquilidad con recomendaciones que trascienden a las normativas del etiquetaje. Sino que encima celebra junto a los magnates de la industria y otros políticos una cena con carne, ¡por supuesto de calidad, esa sí! Las reacciones mundiales no han tardado en salir a la luz.

Identificación del fraude.

En la bibliografía hay un enlace en el que explica muy bien un compañero los tipos de fraudes. Para las personas más rezagadas propongo directamente un pequeño esquema:

  1. Cuando con ánimo de lucro se colocan deliberadamente alimentos en el mercado con la intención de engañar al consumidor, se está cometiendo fraude alimentario. (Esto debería incluir la publicidad engañosa, que los famosos hagan publicidad y otros temas que no contempla la laxa ley española)
  2. Los fraudes alimentarios constituyen un grave delito contra la Salud Pública y por ello se persiguen y son castigados por la ley. Además, provocan una pérdida de confianza del consumidor en la cadena de producción de alimentos. (¿Cuál es el límite de confianza en una producción invisible a nuestros ojos? ¿Quién enseña a la población a conocer y juzgar qué modelos y cadenas de producción son sanos y sostenibles?)
  3. El etiquetado y la trazabilidad de los alimentos son las armas más poderosas que disponemos para luchar contra el fraude alimentario. Adicionalmente, existen en el mercado muchos productos que ofrecen una garantía adicional contra posibles fraudes, como son los alimentos de calidad diferenciada. (Según lo ocurrido en Brasil estas armas no son tan poderosas, hay muchos casos de fraude, como los sandwich de las máquinas vending, que pasan las normas de etiquetado y trazabilidad)

Entonces, ¿Cómo evitarlo?

  1. Hacer la compra habiendo hecho una lista previamente. Con ellos no sólo ahorras dinero, sino tiempo que puedes invertir en el siguiente consejo.
  2. Lee las etiquetas. Descarta el producto que es muy rico en algún nutriente que no es propio de ese alimento. Por ejemplo zumos o yogures azucarados, bollería y otros alimentos ultraprocesados.
  3. Cuando leas la etiqueta ten en cuenta que los ingredientes vienen en orden de mayor a menor respecto a la cantidad. Evita el embutido de pavo que tenga menos del 90 % de pavo, todo lo que lleve de más para su preparación no será saludable.
  4. Ante la duda, descarta y busca otra opción más saludable como la que ud. mismo/a puede cocinar en casa. Si pone aceite vegetal mejor déjalo en el estante, bastante aceite de palma tenemos que aguantar ya.
  5. Elije productos frescos, del comercio local y de temporada. Es la mejor forma de asegurar el camino a la sostenibilidad.
  6. Come antes de ir a la compra. Evitarás comprar cosas caprichosas. Si en la lista tenías chocolate, compra el caro, el del 95 al 98 % de pureza. Un "cuadradito" de ese chocolate te saciará tanto que no querrás comer más 😉 
  7. Busca la calidad ante todo, incluso si tu poder adquisitivo es bajo. Más vale comer ajustado y bien que poner en riesgo su salud.

Fraudes "everywhere"

Recordaréis casos como el de la carne de caballo en las albóndigas del Ikea. Como los huevos, la lechuga y el jamón de pata negra falsos, fabricados por los chinos. Pimentón químico (como el aceite de orujo de oliva) y especias adulteradas con heces. El azafrán iraní transformado y engrosado en España y vendido como español en EEUU y un largo etcétera. 

Fraude es también...

No poder leer las etiquetas de un producto en una máquina de vending. Tenemos derecho a saber esa información antes de pagarlo. Imagina que soy alérgico a algo de lo que compro sin poder ver la etiqueta.

Los yogures antes eran de 150 ml y ahora 125 ml, pero el precio no bajó y nadie se dio cuenta. Además ahora cada vez tienen más cantidades de otras cosas que no son yogur. O para vender más le dicen que tiene fruta y no llega a tener ni 10 gramos, que suponen el 7 % de una ración de fruta.

La carne que se desecha, la empanan y se la venden congelada o la transforman y se la venden. Todavía recuerdo a una chica que trabajaba de encargada en una carnicería diciéndome: "Esto unos polvitos rosa y pa' vender de oferta" o "Se lava, se pica y condimenta y saco unas albóndigas buenísimas"

La cuestión es siempre la misma: ganancias económicas en un modelo que se supone siempre creciente. ¿A costa de qué? ¿De nuestra salud? La industrialización ha disminuido drásticamente nuestra ingesta de fibras vegetales y de micronutrientes, ha modificado el perfil de lípidos y ha aumentado la proporción de proteínas de origen animal. Todo por vivir más rápido o más cómodo comiendo alimentos precocinados, procesados o ultraprocesados. Esta industrialización pide además recursos a la naturaleza a cambio de especies extintas o en peligro de extinción y deteriora nuestro medio ambiente.

¿Cuál es la solución?

La solución esta en cada uno/a de nosotros/as. Al menor indicio de perjuicio personal o ambiental deberíamos primero no comprarlo y segundo denunciarlo, aunque sea en las redes sociales. Además podemos hacernos partícipes de nuestros propios intereses, en este caso como consumidores. Siendo una persona activa que quiere cambiar unos modelos económicos y ecológicos que no se ajustan a nuestra realidad. Los fraudes de la industria alimentaria van ligados a las crisis económicas y a la avaricia de este modelo en el que vivimos. Nadie va a venir a defender sus derechos: tenemos que ser personas participativas.

fraude sandwich-japon
Fraude especias molidas con heces

Enlaces

http://webarchive.nationalarchives.gov.uk/+/http://www.food.gov.uk/enforcement/the-national-food-crime-unit/foodfraud/foodfrauddatabase#.UXZJSUp1yQF

Tipos de fraude en Alimentación. ¿No se nos olvida algo?

http://internacional.elpais.com/internacional/2017/03/18/actualidad/1489864585_139780.html

http://www.informador.com.mx/economia/2017/712685/6/el-escandalo-de-la-carne-no-apta-para-consumo-atraganta-a-temer.htm

https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201703171067680274-brasil-carne-fraca-fraude/

Seguir una misma dieta...

...no te asegura los mismos resultados.

¿Cuántas veces se ha probado una "dieta" que le ha funcionado a alguien que se conoce pero al final no se ha tenido el éxito esperado?

Este es el caso de muchas personas que siguen patrones recomendados a modo general. La ciencia va descubriendo las razones de estas confusiones alimentarias y es que, cómo ya he comentado antes en algún otro post, cada persona es un mundo. Cada uno de nosotros tenemos mutaciones en nuestro ADN que nos caracterizan. Tenemos modificaciones del ADN que alteran la expresión génica. Además parece que nos olvidamos de nuestra característica más holística: cada uno es un conjunto de elementos vivos que viven, o mejor dicho que intentan vivir, en armonía.

Dieta, ADN y Microbioma.

Si hablamos de cómo nos afecta nuestro ADN con respecto a la alimentación poco podremos hacer para cambiar eso. Pero si que podemos actuar mediante la modificación de hábitos y el control de la dieta para ser coherentes con nuestro ADN. Para ello podemos realizar un test genético, especialmente si sufrimos de algún tipo de enfermedad inflamatoria o metabólica. 

Cuándo hablamos de los elementos vivos que forman nuestro cuerpo podemos pensar en nuestras relaciones sociales, laborales, ambientales pero no en nuestra flora bacteriana. Todos los elementos que acabo de nombrar son esenciales; una buenas relaciones con los demás reducen nuestro nivel de estrés y mejoran nuestra salud. También puede conocer la composición de su flora bacteriana y actuar para que sea saludable. Recientemente se ha realizado un estudio que demuestra que una flora intestinal sana mejora el aprovechamiento de los nutrientes que ingerimos y modulan la tolerancia a la glucosa. En base a la medición de la glucosa se está diseñando un programa informático que personaliza la dieta.

dieta y flora intestinal
Dieta y microbioma

La dieta del estudio

800 personas se prestaron para el estudio. Un grupo con una dieta equilibrada y el otro con una dieta poco sana. Los investigadores se centraron en medir la glucosa después de las comidas. Además recogieron sus heces para monitorear las especies de cada participante. Llegaron a la conclusión de que hay especies bacterianas relacionadas con la diabetes y la obesidad en la alteración de la concentración de glucosa en sangre después de las comidas. La glucemia se mostró más controlada en los sujetos con incrementos en la flora intestinal de las especies Actinobacteria y con decrementos de las especies Proteobacteria y Enterobacteriaceae. ¡Todos los datos forman ahora un algoritmo que predice la dieta personalizada en función de la glucemia personal!

Este estudio demuestra una vez más que la dieta puede modificar nuestra relación con los alimentos. La flora intestinal digiere alimentos que nosotros no podemos digerir, las fibras de los alimentos que comemos son sus nutrientes. Nuestras bacterias nos ofrecen muchas ventajas (nutricionales, estructurales, inmunológicas...) si las cuidamos. Ellas forman un todo con nosotros, así que cuándo piense en cuidarse, piense también en sus simbiontes. 

¿Qué alimentos debemos incluir en nuestra dieta para cuidarlas?

La recomendación básica para cuando estamos sanos es sustituir todos los alimentos refinados por alimentos integrales. Pan blanco por pan integral, cereales de desayuno procesados por cereales integrales, muesli o similares. Además de incluir de 2 a 3 piezas de fruta y 2 raciones de verdura al día.

Otros básicos en la dieta son los alimentos fermentados, yogures, kéfir, encurtidos, etc. Hay más hábitos que nos ayudarán a tener una flora bacteriana sana. Incluir semillas y frutos secos en las ensaladas. Tomar de vez en cuando chocolate lo más puro posible. Comer legumbres de 3 a 4 veces en semana. Tomar alimentos de control bacteriano como el ajo o la cebolla y especias como jengibre, cúrcuma, cayena o pimienta.

Recuerda que en caso de sufrir una enfermedad algunos de estos alimentos pueden no ser recomendables.

 

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