Encontrados hasta 67 marcadores de enfermedades cardiovasculares
Te traigo un artículo científico que desvela de entre 400 metabolitos los marcadores resultantes en sangre de una dieta mediterránea y que compara con los obtenidos de pacientes con enfermedades cardiovaculares. Es un indicio más de la importancia de las interacciones entre nuestro organismo y el ambiente. La metabolómica está aquí para detectar con precisión una enfermedad cardiovascular sin recurrir a la estadística de riesgos basada en cuestionarios. Esta estadística está muy bien para poblaciones, pero no para detectar casos particulares. ¿Aclaramos algunos conceptos?
Las ómicas.
Cuando os insisto en la importancia de la microbiota se debe a que las bacterias que la forman nos otorgan sus propiedades en forma de producto de sus genes. Quiero decir que, para digerir un alimento, no sólo usamos nuestros genes, primero usamos los del microbioma (el conjunto de genes de la microbiota). Para la microbiota, está el microbioma y es estudiado por la microbiómica. Para nuestros genes, está el genoma y es estudiado por la genómica. No confundir con genética, que estudia los genes individuales. Tanto para nosotros como para nuestros comensales del intestino después viene la transcriptómica, que estudia los ARN mensajeros o transcriptoma. También tenemos la proteómica, el estudio del proteoma. Además y por último tenemos la metabolómica. Es el estudio de los metabolitos. Aquí es donde se desarrolla este artículo. Para situarnos.
La dieta y sus interacciones
La dieta mediterránea es un factor externo para nosotros, es ambiente. Podríamos tener otra dieta, cualquiera. Precisamente es la estudiada para encontrar qué metabolitos produce en nuestro organismo. Recuerda que es la dieta cardiosaludable por antonomasia. Las moléculas estudiadas que la dieta genera en el organismo vienen determinadas por los alimentos que ingerimos y su cantidad dependerá del número de genes que se activen. Estos genes producen enzimas o proteínas. A su vez éstas producen metabolitos o son directamente metabolitos, respectivamente. Y así se obtienen los marcadores.
¿Cómo medir la interacción?
Veamos un ejemplo más gráfico, como en la foto. Imagina que te sacan sangre, imagina que meten unas gotas en un dispositivo con muchas luces pequeñas. Cada luz representa una molécula marcadora o metabolito indicador de un factor de riesgo cardiovascular. Las moléculas marcadoras que tenemos en sangre encenderán la luz correspondiente y según su cantidad así será la intensidad de la luz. En otras palabras que las dichas en la introducción, lo que han descubierto son las combinaciones de luces que predicen diferentes patologías cardiovasculares. Una pasada, ¿no?.
Imagina que
Igual debe ocurrir con el resto de ómicas. Es un gran avance que le queda a la ciencia por dar, pero que ya está en proceso. Imagina que con una muestra fecal puedes saber por las poblaciones de tu microbiota tu predisposición a enfermedades mediante el análisis de los productos del microbioma. Piensa que en el futuro usarás unas bacterias que producen ciertos metabolitos para ayudar a nuestro cuerpo a luchar contra una infección en vez de antibióticos. Algún día sabrás que según sea tu producción de enzimas conocerás como afecta tu dieta a tus genes, a través de la epigenética. Sólo tenemos que movernos entre los "escalones" genes - enzimas - metabolitos - ambiente para hallar sus interacciones.
Las interacciones
Recuerdo las clases de ecología en las que me insistían en que la mayor riqueza se produce en los ecotonos. Ecotono es la parte donde interactúan dos ecosistemas diferentes. Es donde tenemos que poner el foco. Las interacciones son más importantes de lo que pensamos. Esto puede llevarse a otros muchos niveles o escalones que van a determinar el ambiente que nos rodea. Pero eso ya lo dejo en el pensamiento de cada persona. Lo importante es la aplicabilidad de los que trata el artículo, ya que son a niveles bioquímicos, resultan medibles y comparables. Otorga una práctica herramienta de detección de factores de riesgo a nivel personalizado.
Fuente:
doi:10.1093/eurheartj/ehaa209