
Los hábitos son la clave.
El día internacional sin dietas.
Hoy día 6 de Mayo se celebra este día, promovida por la feminista Mary Evans Young desde 1992. Las razones por las que ella comenzó siguen siendo vigentes, todavía no se ha alcanzado la conciencia colectiva. La promoción de determinados cánones de belleza por parte de otros interesados llevan a las mujeres a dietas contraproducentes. Muchas veces con muchos riesgos y complicaciones que pueden ser muy complejas, como la disbiosis o los trastornos mentales.
Las dietas no sirven para instaurar hábitos, sobretodo las más estrictas o las que eliminan grupos de alimentos. De hecho lo mejor para perder peso es: uno, comer un poco menos, cuando se come de todo y de forma equilibrada, y dos, aumentar el gasto energético a través de la realización de actividad física o deportiva. Lo importante y difícil es conocerse, saber qué, cuándo, cómo y porqué nos sientan peor ciertos alimentos.
El mantenimiento de unos hábitos asegura poder cumplir la mayoría de los objetivos de este día. Cuestionar la idea de una forma corporal "correcta". Concienciar sobre la discriminación por razón del peso. Alentar de la obsesión mediante un día libre de dietas. Resaltar hechos acerca de la industria del adelgazamiento y su ineficacia. Recordar a las víctimas de los desórdenes alimenticios muertas o enfermas. Merece dar cabida a este día.
El mal hábito de obsesionarse con la dieta
El 90 % de las personas que sufren anorexia o bulimia son mujeres
Las mujeres tienen un problema que nunca han buscado. Pequeñas malos hábitos, en todos los sentidos, se unen para ir formando una enfermedad muy compleja. Aún así, el 40 % sana por completo y por fortuna sólo un 3 % muere. El problema es la cronicidad. Cuidado si alguna persona cercana muestra comportamientos extraños como aislarse de sus familiares y/o amigos y amigas o pone pretextos a la hora de comer. El tratamiento debe ser combinado y multidisciplinar.
El primer ejemplo es el adulto. Si los padres y madres tienen hábitos sanos, su descendencia también los tendrá. A veces, a medida que crecen se producen cambios en los hábitos y siempre se puede tener una consulta para conocerlos y actuar. La otra parte es conocer la predisposición genética a ciertas enfermedades, ya se puede saber mucho a través de la Nutrigenómica. La personalización de la dieta es cada vez más relevante. A este factor se le une que cada uno tenemos una microbiota intestinal que digiere por nosotros y nos permite absorber determinados nutrientes dependiendo de los microorganismos que alimentemos. El hábito es también qué y a quién le damos de comer de nuestra microbiota intestinal.