Los buffets y las comilonas aceptadas culturalmente
Los buffets.
Resulta increíble hasta que punto el sentirnos ricos o pobres puede afectarnos en otros aspectos de la vida; propongo pues una filosofía a la hora de comer: "No es más feliz el que más tiene, o el que más come, en nuestro caso" Hay que sentirse bien con un@ mism@.
Podemos repasar los conceptos de riqueza y pobreza y ver que estos conceptos engloban algo más que el valor monetario. Tenemos que desbancar el concepto del "gordito feliz" y otros lastres culturales.
Es difícil, nuestra cultura nos manda celebrar con comida y bebida determinadas fechas y eventos, pero no imposible, solo hay que conocer cómo!
Ven a conocerte
Hace muy poco leí un artículo.
Habla de nuestra percepción, física y psíquica, hacia los buffets libres y restaurantes de comer hasta no poder más. Es el primero que he visto que cuestiona este tema y que lo relaciona con el coste del restaurante o buffet.
Lo interesante es que si existe una relación entre sentirse mal físicamente y mostrar arrepentimiento cuando se come mucha comida en los establecimientos más baratos. ¡Quiere decir que disfrutan mejor la comida los que pagan más!
La cuestión es que no tenemos porque comer mucho, ya no nos hace falta ese hábito. Somos capaces de controlar la ingesta en todas sus variables, al saber variarlas podremos disfrutar igualmente de las fiestas. Todo en la vida fluctúa. Puede que lo óptimo sea pagar algo razonable por un menú suficiente, equilibrado y de calidad.
(Siğirci and Wansink BMC Nutrition (2015) 1:36 DOI 10.1186/s40795-015-0030-x)