Fosfatos. Colaboración con El Pais.
Hace un par de días me sorprendieron: me llamaron de El País para realizar una entrevista. El tema eran los fosfatos, un nuevo estudio que ha relacionado el exceso de fosfatos con el sedentarismo. Un curioso artículo científico que se suma a los que ya se han desarrollado y que algunos hemos visto en mi web.
Alteraciones del fosfato sobre la microbiota.
El exceso de fosfatos en la dieta ha de pasar la barrera intestinal formada por nuestra microbiota intestinal. Primero comen nuestras bacterias, luego nosotros. El desequilibrio de sales en el intestino promueve una disbiosis. Crecen las especies que promueven la producción de ROS (especies reactivas de oxígeno) y urotoxinas (indoxil fosfato y p-cresil sulfato).
Otro factor que puede alterar nuestra microbiota es el equilibrio entre los iones calcio y fósforo, relación que debe ser 1 a 1. El exceso de fosfato respecto al calcio provoca la reducción de las poblaciones de especies de Clostridium. Esta especie esta implicada en la producción de ácidos grasos de cadena corta. Los cuales se relacionan con un aumento del consumo de oxígeno durante la práctica deportiva.
Además el fosfato...
Pasada la barrera microbiana, una vez que está el exceso de fosfato en nuestro organismo puede actuar de diversas formas. El fósforo tiene muchas funciones en el metabolismo. Muchas de las enzimas de nuestras propias rutas metabólicas están controladas por la concentración de fosfato inorgánico. En especial las enzimas implicadas en el metabolismo energético (grasas y azúcares).
Al igual que el fosfato controla la acción enzimática también controla la expresión de ciertos genes. En el caso del artículo sobre genes relacionados con la síntesis de ácidos grasos en el músculo esquelético. Y usarlo como combustible mientras se realiza ejercicio físico. La baja expresión de los genes hace que se consuma menos cantidad de oxígeno por parte del músculo, el cual no puede oxidar las grasas para obtener energía.